VENGA, AUNQUE TENGA QUE DESPERTARME A ALTAS HORAS DE LA NOCHE
HACER ESPERAR A DIOS PERTURBA EL MUNDO ESPIRITUAL
Cierta vez, cuando Meishu sama residía en Hakone, sabiendo a través de la radio que había dejado de operar el tren que escalaba la montaña a causa de una tempestad, hizo atrasar el comienzo de la Entrevista. En aquella ocasión, según supe después, Meishu sama atrasó el horario de la Entrevista, por mi causa, diciendo: “Vamos a esperar cinco minutos más”. Acostumbrado a oir que Meishu sama decía: “Hacer esperar a Dios, aunque sea por uno o dos minutos, ocasiona un gran trastorno en el Mundo Espiritual”; cuando supe que Él me esperó por cinco minutos, tomé conciencia de que había hecho algo desastroso y fui a disculparme. A partir de entonces, por todos los medios, empecé a asistir a las Entrevistas con puntualidad.
EL OBJETIVO DEBE SER LO MAS AMPLIO POSIBLE
Muchas veces, cuando estábamos desanimados, Meishu sama nos animaba diciendo: “El hombre, aunque sufra las peores presiones y pérdidas y se zambulla en el fondo del abismo de la aflicción, si poseyera una gran fuerza para reaccionar, conseguirá grandes cosas. Naturalmente, lo mismo sucede con el país. Aunque se enfrente con la desgracia de ser destruído, si posee una gran fuerza de reacción, sin duda logrará levantarse y un día prosperará”. También dijo: “El hombre debe ser hasta cierto punto presuntuoso. Los grandes presuntuosos, invariablemente, logran un cierto grado de éxito”. Con esto no quería decir que debiéramos mentir, pero sí que el hombre debe tener siempre un sueño y que su objetivo sea lo más amplio posible.
ASISTIR A LAS ENTREVISTAS AUN SUPERANDO DIFICULTADES
Una de las Entrevistas realizadas en el Hozan So (Solar de la Montaña Preciosa), fue en un día de mucha lluvia, y por eso, sólo asistieron cinco personas cuando normalmente iban diez. Meishu sama dijo: “Con tanta lluvia vienen pocas personas, pero es en estos días cuando Dios nos habla sobre cosas interesantes”.
Al oir eso, sentí que debía asistir a los Cultos, aun superando dificultades.
EL VERDADERO FIEL ES AQUEL QUE VENCE LOS OBSTÁCULOS PARA ASISTIR A LA ENTREVISTA
Alrededor del mes de junio, en la Entrevista realizada en el Kanzantei, el número de participantes era reducido. Inmediatamente después del fin de la Oración fui al encuentro de Meishu sama.
De inmediato le informé el número de participantes a la ceremonia. Como la frecuencia era muy pequeña, Él se extrañó y me preguntó: “¿No cree que es muy poco?”, yo, de inmediato, sin pensar, respondí: “Sí, Señor. Creo que debe ser porque es el período de cosecha en la agricultura”.
Entonces, Meishu sama me advirtió severamente: “¿Qué?; ¿Cómo está considerando usted el día de la Entrevista?. El verdadero miembro es aquél que aunque esté atareado en sus servicios, asiste, venciendo todo tipo de obstáculos; ¿No quieren recibir Gracias?; ¿Cómo que no pueden venir por causa de la cosecha?. Con ese pensamiento estrecho, el trabajo tampoco irá bien. En principio, si tuvieran el pensamiento de participar de la Entrevista, Dios haría que no haya impedimentos, de ninguna manera. Vaya a averiguar bien”.
Fui a averiguar inmediatamente y supe que, realmente, no era por causa de la cosecha, como había pensado, sino porque había ocurrido un accidente con el tren. Le transmití la noticia a Meishu sama y Él, deliberadamente, atrasó el horario de la Entrevista por más de treinta minutos, para esperar que los miembros se reunieran.
Con la intención de colaborar, yo había contestado precipitadamente lo que pensaba. Para mí ese hecho fue una experiencia realmente amarga. Recordando ahora, quedo admirado del sentido de observación aguda de Meishu sama.
¡¿PASAR POR OTROS LUGARES ANTES DE LA ENTREVISTA...?!
Un día, durante la entrevista comenté distraídamente: “Hace un rato, cuando venía para acá, pasé por la casa de un amigo...”; Entonces, Meishu sama me dijo: “La entrevista también es parte de la Obra Divina. No debe pasar antes por otros lugares, en ocasiones tan importantes”. Desde entonces, cuando voy a la Institución, evito pasar antes por otro lugar.
EL CAMINO LARGO PUEDE SER MEJOR, SEGÚN LA PERCEPCIÓN DE MEISHU SAMA
Si no me equivoco, en los días 15 ó 16 de Septiembre de 1948, la línea ferroviaria entre Utsunomiya y Tokyo estaba totalmente destruida e intransitable, a causa de un violento tifón.
Como quería, de cualquier modo, entrevistarme con Meishu sama, busqué una agencia de turismo que, naturalmente, nada pudo hacer. Me dijeron, sin embargo, que yendo por otro camino, que da una gran vuelta por el Estado de Niigata, podría llegar a Tokio. Entonces compré el pasaje. Pero no tenía deseos de tomar el tren que iba para ese lado. Después de haber dejado pasar dos, tomé el tren para la ciudad de Oyama con el pensamiento: “Que sea lo que Dios quiera”.
Hice combinación en Oyama, fui hacia Sano, y de allí, finalmente, hacia Tatebayashi, pero desde allí no pude seguir. Cuando pensaba qué hacer, supe que iba a salir un tren cargado de materiales para la restauración, con destino a la ciudad de Kamatani. Después de pedir encarecidamente, conseguí tomarlo y me dirigí hacia aquella ciudad. De allí en adelante, todo sucedió bien y logré llegar a Tokyo para participar de la Entrevista en Hakone.
En la hora de la entrevista, Meishu sama al verme sentado en el fondo, me preguntó asombrado: “¿Cómo es que usted vino?”. Esas palabras eran por demás gratificantes para una persona común como yo. Emocionado, conté en detalles mi viaje. Enseguida me preguntó: “¿Cómo va a volver?”. Como no sabía nada acerca de cómo iba el trabajo de reparación de la línea nordeste, vacilé y respondí indeciso: “Volveré por el mismo camino por el que vine”. Entonces, Meishu sama lo aprobó con palabras firmes: “Sí, así es mejor”.
Al regreso, cuando llegué a la estación de Ueno, quedé momentáneamente indeciso, pues parecía que el tránsito de regreso se estaba normalizando poco a poco, pero decidí regresar dando esa vuelta, como le había dicho a Meishu sama.
Más tarde supe que, como aseguró Meishu sama, siguiendo ese camino, había llegado más rápido a casa.
Hasta hoy recuerdo la profunda emoción que sentí en aquella ocasión.
CONTENER LA PRECIPITACIÓN TAMBIÉN ES UN PREFECCIONAMIENTO
Cierto día, en 1950, fui a la residencia de Meishu sama a recibir Johrei y Orientación. Cuando le dije: “Hoy la casa está silenciosa, ¿no?”.
Después, verificando la causa, supe que la persona lo había entregado con muy mala voluntad. Me sentí admirado al saber que Meishu sama había percibido enseguida, el tipo de pensamiento de tal persona.
LA TECNICA SOLA ES INÚTIL; LO IMPORTANTE ES EL PENSAMIENTO
En la época en que mi tarea era asar trufas para Meishu sama, siempre pensaba: “Lo importante no es exactamente la manera de asar el pescado, sino mi pensamiento en ese momento”.
Por ejemplo, en los días de entrevista, sólo al ver desde la ventana la fisonomía de mis parientes que llegaban, me sentía emocionado. En esas ocasiones, cuando servía el pescado asado, de inmediato Meishu sama adivinaba la confusión de mi pensamiento y me decía: “El pescado hoy no está bien asado”. Aunque el pescado estuviera asado, si el pensamiento había estado distante, era censurado.
Meishu sama observaba todo, nada se le escapaba. Una vez asé la trufa y serví a Meishu sama pensando para mí mismo: “Creo que de éste, Meishu sama no tendrá absolutamente nada que reclamar”. Pero Meishu sama miró y me dijo: “Aquí, esta parte no está bien asada”, indicando con los ‘ojashi’ (palitos para llevar la comida a la boca) un punto de unos tres centímetros encima del rabo; después, se mostró de muy buen humor. Así, creo que aquélla fue una manera de Meishu sama de señalar la arrogancia de mi pensamiento.
Me dediqué a la tarea de asar el pescado durante más o menos un año. Recordando los hechos que me sucedieron, veo que después de todas las represiones, tenía que asentir: “Es verdad”; y al final me concienticé: “El servicio de esa naturaleza, no depende sólo de la técnica, lo esencial es el pensamiento”.
LA CUESTIÓN ES EL PENSAMIENTO DE QUIEN FABRICA
Como soy carpintero, Meishu sama frecuentemente me hacía algunos encargos. Concluidas las entregas, algunas de ellas Meishu sama no las utilizaba. Posteriormente, habiendo fabricado el mismo objeto, después de entregárselo, veía que esta vez Él lo usaba con alegría. Esto era una cuestión del sentimiento que movía a quien se encargaba del trabajo, sentimiento éste que Meishu sama captaba de inmediato.
Meishu sama me decía: “Venga a cualquier hora, aunque tenga que despertarme a altas horas de la noche, para pedir consejos. Pero, fundamentalmente, es preciso que asista el día primero de cada mes, día de la Entrevista para los miembros calificados. Siempre que venga ese día, los demás , puede hacerlo a cualquier hora.”
Kyokaicho Un Dirigente del Templo
HACER ESPERAR A DIOS PERTURBA EL MUNDO ESPIRITUAL
Cierta vez, cuando Meishu sama residía en Hakone, sabiendo a través de la radio que había dejado de operar el tren que escalaba la montaña a causa de una tempestad, hizo atrasar el comienzo de la Entrevista. En aquella ocasión, según supe después, Meishu sama atrasó el horario de la Entrevista, por mi causa, diciendo: “Vamos a esperar cinco minutos más”. Acostumbrado a oir que Meishu sama decía: “Hacer esperar a Dios, aunque sea por uno o dos minutos, ocasiona un gran trastorno en el Mundo Espiritual”; cuando supe que Él me esperó por cinco minutos, tomé conciencia de que había hecho algo desastroso y fui a disculparme. A partir de entonces, por todos los medios, empecé a asistir a las Entrevistas con puntualidad.
Kyokaicho (Un Dirigente del Templo)
EL OBJETIVO DEBE SER LO MAS AMPLIO POSIBLE
Muchas veces, cuando estábamos desanimados, Meishu sama nos animaba diciendo: “El hombre, aunque sufra las peores presiones y pérdidas y se zambulla en el fondo del abismo de la aflicción, si poseyera una gran fuerza para reaccionar, conseguirá grandes cosas. Naturalmente, lo mismo sucede con el país. Aunque se enfrente con la desgracia de ser destruído, si posee una gran fuerza de reacción, sin duda logrará levantarse y un día prosperará”. También dijo: “El hombre debe ser hasta cierto punto presuntuoso. Los grandes presuntuosos, invariablemente, logran un cierto grado de éxito”. Con esto no quería decir que debiéramos mentir, pero sí que el hombre debe tener siempre un sueño y que su objetivo sea lo más amplio posible.
Un dedicador del Museo de Arte
ASISTIR A LAS ENTREVISTAS AUN SUPERANDO DIFICULTADES
Una de las Entrevistas realizadas en el Hozan So (Solar de la Montaña Preciosa), fue en un día de mucha lluvia, y por eso, sólo asistieron cinco personas cuando normalmente iban diez. Meishu sama dijo: “Con tanta lluvia vienen pocas personas, pero es en estos días cuando Dios nos habla sobre cosas interesantes”.
Al oir eso, sentí que debía asistir a los Cultos, aun superando dificultades.
Un miembro calificado
EL VERDADERO FIEL ES AQUEL QUE VENCE LOS OBSTÁCULOS PARA ASISTIR A LA ENTREVISTA
Alrededor del mes de junio, en la Entrevista realizada en el Kanzantei, el número de participantes era reducido. Inmediatamente después del fin de la Oración fui al encuentro de Meishu sama.
De inmediato le informé el número de participantes a la ceremonia. Como la frecuencia era muy pequeña, Él se extrañó y me preguntó: “¿No cree que es muy poco?”, yo, de inmediato, sin pensar, respondí: “Sí, Señor. Creo que debe ser porque es el período de cosecha en la agricultura”.
Entonces, Meishu sama me advirtió severamente: “¿Qué?; ¿Cómo está considerando usted el día de la Entrevista?. El verdadero miembro es aquél que aunque esté atareado en sus servicios, asiste, venciendo todo tipo de obstáculos; ¿No quieren recibir Gracias?; ¿Cómo que no pueden venir por causa de la cosecha?. Con ese pensamiento estrecho, el trabajo tampoco irá bien. En principio, si tuvieran el pensamiento de participar de la Entrevista, Dios haría que no haya impedimentos, de ninguna manera. Vaya a averiguar bien”.
Fui a averiguar inmediatamente y supe que, realmente, no era por causa de la cosecha, como había pensado, sino porque había ocurrido un accidente con el tren. Le transmití la noticia a Meishu sama y Él, deliberadamente, atrasó el horario de la Entrevista por más de treinta minutos, para esperar que los miembros se reunieran.
Con la intención de colaborar, yo había contestado precipitadamente lo que pensaba. Para mí ese hecho fue una experiencia realmente amarga. Recordando ahora, quedo admirado del sentido de observación aguda de Meishu sama.
Un dedicador
¡¿PASAR POR OTROS LUGARES ANTES DE LA ENTREVISTA...?!
Un día, durante la entrevista comenté distraídamente: “Hace un rato, cuando venía para acá, pasé por la casa de un amigo...”; Entonces, Meishu sama me dijo: “La entrevista también es parte de la Obra Divina. No debe pasar antes por otros lugares, en ocasiones tan importantes”. Desde entonces, cuando voy a la Institución, evito pasar antes por otro lugar.
Un miembro calificado
EL CAMINO LARGO PUEDE SER MEJOR, SEGÚN LA PERCEPCIÓN DE MEISHU SAMA
Si no me equivoco, en los días 15 ó 16 de Septiembre de 1948, la línea ferroviaria entre Utsunomiya y Tokyo estaba totalmente destruida e intransitable, a causa de un violento tifón.
Como quería, de cualquier modo, entrevistarme con Meishu sama, busqué una agencia de turismo que, naturalmente, nada pudo hacer. Me dijeron, sin embargo, que yendo por otro camino, que da una gran vuelta por el Estado de Niigata, podría llegar a Tokio. Entonces compré el pasaje. Pero no tenía deseos de tomar el tren que iba para ese lado. Después de haber dejado pasar dos, tomé el tren para la ciudad de Oyama con el pensamiento: “Que sea lo que Dios quiera”.
Hice combinación en Oyama, fui hacia Sano, y de allí, finalmente, hacia Tatebayashi, pero desde allí no pude seguir. Cuando pensaba qué hacer, supe que iba a salir un tren cargado de materiales para la restauración, con destino a la ciudad de Kamatani. Después de pedir encarecidamente, conseguí tomarlo y me dirigí hacia aquella ciudad. De allí en adelante, todo sucedió bien y logré llegar a Tokyo para participar de la Entrevista en Hakone.
En la hora de la entrevista, Meishu sama al verme sentado en el fondo, me preguntó asombrado: “¿Cómo es que usted vino?”. Esas palabras eran por demás gratificantes para una persona común como yo. Emocionado, conté en detalles mi viaje. Enseguida me preguntó: “¿Cómo va a volver?”. Como no sabía nada acerca de cómo iba el trabajo de reparación de la línea nordeste, vacilé y respondí indeciso: “Volveré por el mismo camino por el que vine”. Entonces, Meishu sama lo aprobó con palabras firmes: “Sí, así es mejor”.
Al regreso, cuando llegué a la estación de Ueno, quedé momentáneamente indeciso, pues parecía que el tránsito de regreso se estaba normalizando poco a poco, pero decidí regresar dando esa vuelta, como le había dicho a Meishu sama.
Más tarde supe que, como aseguró Meishu sama, siguiendo ese camino, había llegado más rápido a casa.
Hasta hoy recuerdo la profunda emoción que sentí en aquella ocasión.
Kyokaicho Un Dirigente del Templo
CONTENER LA PRECIPITACIÓN TAMBIÉN ES UN PREFECCIONAMIENTO
Cierto día, en 1950, fui a la residencia de Meishu sama a recibir Johrei y Orientación. Cuando le dije: “Hoy la casa está silenciosa, ¿no?”.
El me respondió con una sonrisa serena: “Sí, como el personal de la casa quería un descanso, se lo di”.
Como puse cara de no entender bien, Él me explicó de manera muy simple: “Como ando muy tesonero, Dios me forzó a descansar”.
Con sentimiento de culpa, le dije: “Nosotros deberíamos ser más firmes; aún no estamos obteniendo un desarrollo ideal”.
Él respondió: “Las personas de la actualidad son lentas, no tienen aptitudes, pues aun en pleno día creen que es mejor estar en un cuarto, con las ventanas cerradas. Pero abrirlas de repente, oscurece la vista” y continuó resuelto: “Yo también, cuando recibo presiones o cuando surgen muchos obstáculos delante de mí me pongo ansioso, pero el mejoramiento en ese momento es contener la precipitación. Visto a largo plazo, aunque aparente ser más lento, ése es el medio más rápido para alcanzar nuestro objetivo y no habrá fracaso ni retroceso. Lo que en general hacen las personas parece que es más rápido, pero en comparación, como ellas caen en el fracaso, veremos que no hubo ningún progreso. Mientras tanto, yo también me obstino en un día, causar sorpresa a todos, al concluir los Suelos Sagrados de Hakone y Atami”.
Fueron realmente palabras simples, pero al ver a Meishu sama, que andaba siempre tan atareado, descansar con aspecto tranquilo, diciendo que Dios le había permitido un descanso y dando también descanso a sus servidores con toda buena voluntad, sentí que me estaba siendo dado entender qué es un mejor el contener la precipitación.
EL PENSAMIENTO PUEDE CAMBIAR HASTA EL SABOR
Desde que oí decir que a Meishu sama le gustaba el dulce relleno de crema de la dulcería Tricolor, ubicada en el barrio de Ginza, en Tokio, empecé a comprar siempre, productos de ese negocio. Un día, en el que la persona que habitualmente hacía la entrega, no vino porque había tenido un contratiempo, y en su lugar vino otra; supe más tarde que, dando una mordida al dulce, Meishu sama dijo: “Este dulce tiene un gusto distinto al de siempre”.
Fueron realmente palabras simples, pero al ver a Meishu sama, que andaba siempre tan atareado, descansar con aspecto tranquilo, diciendo que Dios le había permitido un descanso y dando también descanso a sus servidores con toda buena voluntad, sentí que me estaba siendo dado entender qué es un mejor el contener la precipitación.
Kyokaicho (Un Dirigente del Templo)
EL PENSAMIENTO PUEDE CAMBIAR HASTA EL SABOR
Desde que oí decir que a Meishu sama le gustaba el dulce relleno de crema de la dulcería Tricolor, ubicada en el barrio de Ginza, en Tokio, empecé a comprar siempre, productos de ese negocio. Un día, en el que la persona que habitualmente hacía la entrega, no vino porque había tenido un contratiempo, y en su lugar vino otra; supe más tarde que, dando una mordida al dulce, Meishu sama dijo: “Este dulce tiene un gusto distinto al de siempre”.
Después, verificando la causa, supe que la persona lo había entregado con muy mala voluntad. Me sentí admirado al saber que Meishu sama había percibido enseguida, el tipo de pensamiento de tal persona.
Kyokaicho Un Dirigente del Templo
LA TECNICA SOLA ES INÚTIL; LO IMPORTANTE ES EL PENSAMIENTO
En la época en que mi tarea era asar trufas para Meishu sama, siempre pensaba: “Lo importante no es exactamente la manera de asar el pescado, sino mi pensamiento en ese momento”.
Por ejemplo, en los días de entrevista, sólo al ver desde la ventana la fisonomía de mis parientes que llegaban, me sentía emocionado. En esas ocasiones, cuando servía el pescado asado, de inmediato Meishu sama adivinaba la confusión de mi pensamiento y me decía: “El pescado hoy no está bien asado”. Aunque el pescado estuviera asado, si el pensamiento había estado distante, era censurado.
Meishu sama observaba todo, nada se le escapaba. Una vez asé la trufa y serví a Meishu sama pensando para mí mismo: “Creo que de éste, Meishu sama no tendrá absolutamente nada que reclamar”. Pero Meishu sama miró y me dijo: “Aquí, esta parte no está bien asada”, indicando con los ‘ojashi’ (palitos para llevar la comida a la boca) un punto de unos tres centímetros encima del rabo; después, se mostró de muy buen humor. Así, creo que aquélla fue una manera de Meishu sama de señalar la arrogancia de mi pensamiento.
Me dediqué a la tarea de asar el pescado durante más o menos un año. Recordando los hechos que me sucedieron, veo que después de todas las represiones, tenía que asentir: “Es verdad”; y al final me concienticé: “El servicio de esa naturaleza, no depende sólo de la técnica, lo esencial es el pensamiento”.
Un dedicador
LA CUESTIÓN ES EL PENSAMIENTO DE QUIEN FABRICA
Como soy carpintero, Meishu sama frecuentemente me hacía algunos encargos. Concluidas las entregas, algunas de ellas Meishu sama no las utilizaba. Posteriormente, habiendo fabricado el mismo objeto, después de entregárselo, veía que esta vez Él lo usaba con alegría. Esto era una cuestión del sentimiento que movía a quien se encargaba del trabajo, sentimiento éste que Meishu sama captaba de inmediato.
Un dedicador
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