¿Qué es la muerte?

En la vida humana ningún problema es tan urgente pero a la vez tan imponderable como la muerte. De mis largos años de experiencia sobre la muerte, además de estudios de muchas religiones, y los experimentos espiritualitas orientales y occidentales llevados a cabo y en investigaciones en muchos otros campos, he llegado a su comprensión.
Comenzaré mis explicaciones describiendo la composición del ser humano, que no es solamente el cuerpo físico, como los científicos claman, sino que está formado por dos elementos fundamentales: el cuerpo físico y el espíritu (elemento fuego). Los elementos agua y tierra son los componentes fundamentales del cuerpo físico, el que no puede funcionar como una entidad viviente, sino hasta que el espíritu o el elemento intangible, espiritual, se le suma. Y la forma de ese espíritu es la misma que la del cuerpo humano, cuya separación del elemento intangible, espiritual, del cuerpo físico, es lo que se conoce como muerte.Cuando el cuerpo físico se hace viejo o se enferma, o bien se ve dañado o sufre de una excesiva pérdida de sangre, más allá del límite permisible, la ley es el espíritu debe abandonarlo. La pérdida del elemento espiritual o del elemento fuego, hace que la temperatura del cuerpo se reduzca, y que la sangre se coagule en ciertos puntos. Entonces, el elemento el elemento espiritual con forma de cuerpo humano se dirige a un mundo diferente, llamado Mundo Espiritual. Describo lo siguiente como una excelente ejemplo de cómo pasa ello, según el registro de un experimento realizado en Occidente, el que tuve oportunidad de estudiar.
Cuando un paciente estaba por morir, la enfermera que participaba en el experimento notó cómo una emanación semejante al vapor, se elevaba cerca de la frente del enfermo. Aumentaba, y después de formar un amplio óvalo en el espacio, gradualmente asumía la forma del cuerpo humano, semejante a la que el paciente tenía cuando vivía. La emanación vaporosa permaneció en el aire aproximadamente a un metro sobre el cuerpo sin vida, y pareciendo querer decir algo a la acongojada familia que rodeaba el lecho, finalmente floto dirigiéndose a la ventana, para salir después.
Como lo anterior lo sugiere, generalmente se piensa que el espíritu abandona el cuerpo por un limitado número de lugares: la frente, el abdomen, o los pies. En el caso en que la muerte se produzca por una explosión, el espíritu-alma se desintegra, y queda disperso en finas partículas, pero inmediatamente se vuelve a reunir centrípedamente haciendo que vuelva a tomar la forma del cuerpo que la víctima tenía en vida. No hay por tanto ninguna diferencia de los espíritus de aquellos que mueren por enfermedad.
Cuando el espíritu-alma se dirige a algún lugar por su propia voluntad, asume una forma esférica y flota por espacio, semejándose a las bolas de fuego de los cuentos populares japoneses de fantasmas.
Gente como la enfermera del ejemplo anterior, que puede ver a los espíritus, tiene poderes especiales que son o bien innatos, o bien adquiridos por entrenamiento. En nuetro país han existido muchas personas así, y yo he podido conocer a varias de ellas en numerosas ocasiones. Hace mucho tiempo contraté a una mujer con increíbles poderes de clarividencia, para un experimento.
1939
Mokichi Okada
La verdadera salud revelada por Dios - pág.57

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